¿Qué tipografía utilizo?
15 tips para elegir un tipo ilegible
Qué tan ilegible puede llegar a ser una tipografía, ¿existen parámetros para medir su ilegibilidad?, ¿existen niveles de ilegibilidad?.En el blog del vecino podemos ver cómo la academia puede lanzarse de cabeza al estudio de la legibilidad, ¿pero siempre es necesario que todo sea legible?. ¿Cuál es la idea de la ilegibilidad y por qué diseñadores trabajan con ella?
La idea de la ilegibilidad es tonta. O sea, si pensamos ilegibilidad por ilegibilidad, partimos de una idea torpe y errónea. Pero si pensamos la que la expresión tipográfica puede producir ilegibilidad estamos dando un paso adelante en diseño. Es un punto algo complejo, pero todos los diseñadores que se han mojado exitosamente con la ilegibilidad, han tenido la intensión y el criterio de entender antes cómo funciona la legibilidad.
Criterios que por cierto podemos resumir en 15 tips a la hora de trabajar con tipografías ilegibles.
1. La forma.
La belleza final de la forma, no siempre es la más simple y ortogonal. Muchas veces una estructura sólida exige formas complejas para poder comunicar con más contundencia la expresividad que pretendemos lograr.
En el ejemplo podemos ver claramente que no siempre la más simple, o bien, la de la forma más legible suele llamar la atención del lector.
2. El peso
Despreocuparse del peso de la letra es un paso adelante para entender la ilegibilidad. Visualmente, la única restricción que tengo para elegir una tipografía ilegible es que no pierda toda noción de lectura. Pero si todavía se lee algo... pues bienvenida.
3. Consistencia de formas.
Al plantearse diseñar, rediseñar, mezclar o escoger tipografías, es bueno platearse en algún momento la coherencia de formas entre sí. Una cosa puede ser complejizarla con ornamentación, pero ¿los ornamentos corresponden a un lenguaje que coordine a la perfección la forma con la expresión que queremos darle a la letra?. En este punto me gustaría ser bastante cuidadoso, ya que cualquier error de consistencia, puede convertirse en un manjar para aquellos que les gusta atacar lo ilegible y recargado.
4. El eje.
Lo que en algún momento hubiese sido muy malo, hoy es muy bueno. Agregar un toque barroco a letras, utilizando múltiples ejes, es un factor muy efectivo para crear ciertos desórdenes dentro de la palabra. Si bien el ejemplo no es la gran bomba a la ilegibilidad, puede clarificar de manera efectiva la diferencia que pueden haber entre los ejes.
5. Altura x
Pueden sentirse con libertad de escoger una "altura x" definida, si quieren no, si quieren pueden escoger una que tenga altura x variable, para un texto corto, poco importa. Existen tipografías que ni siquiera tienen línea de base real, mucho menos van a tener altura x. Suelen ser tipos orgánicos que no necesitan realmente un orden, ni una línea virtual, ya que no están pensados para ser utilizados en multilínea.
6. Gris dentro del texto.
Existen tipografías, como las circenses, perteneciente a la familia de las toscanas (las del oeste), que se caracterizan por sumarle complejidad a la letra dibujando ornamentos en su interior, produciendo efectos de degradado, o bien alegrando a la letra con bellas composiciones en su interior. Cuando se compone una línea, se suele ver una división de grises en la mitad de la letra. Un efecto hermoso.
7. Altura de las ascendentes inexistente
Existen tipografías que son capaces de obviar la altura de las ascendentes para potenciar el dibujo horizontal de la línea de texto. Y no es que me esté refiriendo al diseño de una unicase, no. En el ejemplo, Fabrizio Schiavi, deleita a la audiencia con virna. La manera inteligente de torcer la "d", es maravillosa. Una verdadera joya del diseño tipográfico.
8. Contraforma.
¿Puede una tipografía vivir sin su contraforma?, pues claro, quien no pueda leer "player" arriba tiene que hacerse ver. La contraforma se puede fácilmente obviar, ya que muchas veces sencillamente estorba, como en este caso.
9. El dibujo debe ser perfecto
Debe ser el único momento que tenemos que exigirle algo a la tipografía. NO puede estar mal dibujada. Sus detalles deben está perfectamente cuidados, y perfectamente trazados, ya que van a estar visibles al lector. Si quiero llamar la atención con una tipografía bella en su conceptualización, no puede dejar de ser bella en su realización.
10. Contraforma externa
Existen tipografías en que el límite de la contraforma externa con la interna se pierde. En ejemplo, la tipografía de Miguel Hernández, minority; está basada en un cuadrado de base 3 píxeles. En este caso,el concepto de ilegibilidad es adverso, ya que la complejidad está dada no por ornamentación, sino que por restricción. Volviendo al tema de la contraforma externa, podemos ver la bella manera de crear caracteres, sacando una mínima cantidad de píxeles.
11. No respetar las proporciones clásicas
Existen proporciones entre la forma, la contraforma y el doctus de la letra. Si nos remontamos al trazo caligráfico, podremos determinar qué trazo le corresponde a la contraforma. Pero a nadie le importa: porque si buscamos expresividad, podemos caricaturizar con habilidad esos trazos, con el fin de lograr resultados mucho más expresivos y dramáticos. En el ejemplo, no existe ninguna relación lógica entre terminaciones y contraforma.
12. No respetar el ancho de trazo
Las tipografías no tienen por qué tener un ancho de trazo constante. O sea, puede ser más o menos constante y nadie se muere. Ya que estamos usando letras ilegibles en textos largos, por qué no ir un paso más allá.
13. Revisar que tenga el set de caracteres completo
¿Cuántas veces se han encontrado con este signo, cuando ya tienen todo diseñado?. Debe ser una de las sensaciones más desastrosas que existen, ya que hay que empezar todo de nuevo. Muchos tipógrafos NO diseñan la “ñ”, los acentos, los signos de interrogación, los punto y coma, y los signos de corte de palabra o los números. Es mejor revisar bien la fuente antes de lamentar.
14. La familia
Revisar antes de usar qué nos ofrece la familia de la tipografía que elegimos. Muchas veces su poca utilidad radica en lo limitado de sus versiones. Muchas tipografías vienen con sets de caracteres alternos, ligaduras, y algún tipo de ornamento. En el ejemplo, la tipografía dalliance nos satisface con algo más que lo básico.
15. El interletraje
Existen tipografías que sencillamente no se les hizo interletraje, y funcionan muy mal. Un buen diseñador corrige los interletrajes que no le parecen correctos, pero es demasiado tedioso ir corrigiéndolos todos. Hay programas como InDesign que hacen ese trabajo automáticamente, pero nunca queda lo bien que lo hace el mismo diseñador tipográfico.